Lo que comenzó como un pequeño local dentro del mercado de Antón Martín en Madrid, hoy es un fenómeno empresarial sin precedentes. La Fresería, con su propuesta simple pero irresistible basada en fresones nacionales de temporada bañados en chocolates y cremas exquisitas, ha logrado una expansión vertiginosa: 20 establecimientos abiertos en solo un año, arrasando en ciudades de España y Europa.
Desde Sevilla, Granada, Platja d’Aro, Barcelona, hasta Madrid (con tres locales), Jaén, Santander, Girona, Figueres, Fuengirola, Lisboa y París, cada apertura ha sido un rotundo éxito. Las imágenes de largas colas —de hasta tres horas— se han vuelto virales, generando expectación y convirtiendo a La Fresería en un verdadero imán para los amantes del dulce y las experiencias únicas.
La clave de este crecimiento exponencial radica en un modelo de negocio ágil, rentable y pensado para escalar: locales de pequeño formato, sin necesidad de salida de humos ni personal especializado, con una operativa simple y una propuesta de producto que conecta al instante con el público. Todo diseñado para facilitar la gestión diaria y optimizar la rentabilidad desde el inicio.
“La Fresería no solo tiene un producto potente; tiene una marca que conecta con la gente, que genera experiencia y comunidad. Eso es lo que la diferencia y la hace tan atractiva, tanto para clientes como para emprendedores”, explica Alberto Salvador, director comercial de T4 Franquicias.
Sus fundadores, Gonzalo Barreno y Alejandro Fernández —también creadores de Planes Brutales—, han convertido el concepto en un fenómeno social y de masas, combinando calidad, innovación y una estrategia de marketing digital imbatible. Sus perfiles en redes sociales superan ya los 117.000 seguidores en Instagram y 18.000 en TikTok, con vídeos virales que alcanzan hasta 90 millones de visualizaciones.
Pero más allá del ruido en redes, los datos hablan por sí solos: 1.000 kg de fresones servidos cada semana, y locales que literalmente dan la vuelta a la manzana con clientes ansiosos por probar especialidades como su famoso chocolate Dubaio sus toppings personalizados.
“Es un buen ejemplo para los escépticos que piensan que las redes sociales son solo escaparates. Aquí se traduce directamente en ventas, fidelidad y crecimiento”, afirma Alejandro Fernández.
Con previsiones de expansión aún más ambiciosas para 2025, La Fresería se perfila como la franquicia más prometedora del año, lista para seguir cruzando fronteras y batiendo récords.
