Desde 1984, el Tren de la Fresa se ha consolidado como una de las experiencias culturales y turísticas más emblemáticas de la Comunidad de Madrid. Este histórico tren ofrece, cada primavera y otoño, un viaje único que transporta a los pasajeros al siglo XIX, conectando la capital con el Palacio Real de Aranjuez.
El recorrido comienza en la estación Madrid-Delicias, donde actores recrean el ambiente de la época, sumergiendo a los viajeros en la historia del primer ferrocarril madrileño. A bordo, los coches restaurados conservan su aspecto original, mientras los narradores comparten curiosidades y anécdotas sobre los primeros años del tren y la vida en Aranjuez.

Una vez en destino, los visitantes pueden disfrutar de paseos por los jardines del Príncipe y la Isla, visitas al Palacio Real y al Museo de Falúas, y culminar la jornada con la degustación del famoso fresón de Aranjuez, símbolo local y protagonista del nombre del tren.
Más que un simple viaje, el Tren de la Fresa combina patrimonio, ocio y cultura, y forma parte del proyecto “Trenes Patrimonio Mundial de Madrid”, que promueve un turismo sostenible y diferenciado en las ciudades madrileñas declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO: Aranjuez, Alcalá de Henares y San Lorenzo de El Escorial.
Con miles de visitantes cada año, el Tren de la Fresa se mantiene como un ícono del turismo cultural madrileño, ofreciendo una forma diferente y auténtica de disfrutar de la historia, los paisajes y los sabores de la región.
