Madrid lo tiene casi todo: cultura, gastronomía, ocio, historia… pero cuando llega el calor, hay una carencia que se hace imposible de ignorar: la capital no tiene playa. Ni natural, ni artificial. Y aunque existen opciones como el pantano de San Juan, los madrileños siguen soñando con arena fina, olas, brisa salada y chiringuitos frente al mar.
Por suerte, hay una alternativa cada vez más popular para quienes no pueden esperar a las vacaciones largas ni soportan las playas masificadas. En poco más de tres horas en coche desde el centro de Madrid se encuentra El Saler, una playa ubicada en la Comunidad Valenciana que se ha convertido en la escapada perfecta de fin de semana para los madrileños que quieren tocar el mar sin cruzar media península.
Lejos de la bulliciosa Malvarrosa y a solo 10 minutos del centro de Valencia, El Saler destaca por su entorno natural protegido, sus dunas de arena fina y un mar mucho más limpio y tranquilo que en otras zonas del litoral. Además, su cercanía al Parque Natural de la Albufera lo convierte en un enclave único, ideal tanto para relajarse como para disfrutar de actividades como paseos en barca o ver atardeceres inolvidables.
Con más de 370 kilómetros entre Madrid y la costa, muchos pensarían que la playa más cercana queda fuera de alcance. Sin embargo, la ruta hacia El Saler es directa y cómoda, lo que permite incluso escapadas de ida y vuelta en el día para quienes no disponen de más tiempo. De hecho, cada vez más madrileños eligen esta playa como su lugar de desconexión cuando suben las temperaturas.
En un momento en el que el turismo de cercanía cobra más fuerza que nunca, El Saler se posiciona como una de las grandes aliadas del verano madrileño. Porque Madrid no tiene playa, pero gracias a rincones como este… casi que no la necesita.
